Participación en la Exposición Internacional de Piedra de Don Benito, Badajoz. Además de exponer allí algunas de sus esculturas, recibe el encargo de realizar en granito una reproducción exacta y a escala del arco de Trajano de Mérida, que será otorgado como premio al mejor arquitecto nacional del año. Se trata del Premio Pinat que recae en 1988 en Alejandro de la Sota, en 1989 en Rafael Moneo y en 1990 en Jaime Pifarré.